A raíz del Primer Plan de Trabajo de la Directiva de la Unión Europea sobre diseño ecológico en 2008, la conceptualización de las construcciones se ha ido alejando cada vez más del modelo industrializado para el consumo masivo, donde los materiales prefabricados tenían un dominio de la escena, con una falta de sensibilidad para mimetizarse con el entorno al que pertenecían, prueba de ello, es la arquitectura que ha sido reconocida en las últimas ediciones del premio Pritzker, el cual ha mostrado una inclinación hacia las construcciones socialmente responsables.
De esta manera en los últimos años el ecodiseño y la implementación de estrategias sustentables se volvieron parte del desarrollo de los nuevos proyectos como un factor indispensable para su construcción, las formas de interacción que resguardaran en su interior y las posibles maneras en la que estas edificaciones podrán adaptarse al futuro, donde, la elección de los materiales que se emplearán juegan el papel principal no solo dentro del costo total de la obra sino como parte de la solución a las problemáticas medio ambientales de la actualidad.
Una de estas técnicas milenarias es el tapial, un sistema constructivo compuesto por capas de suelo arcilloso húmedo vaciadas y apisonadas dentro de un encofrado de madera ascendente. Al ser construido de manera monolítica no requiere la utilización de algún tipo de aglutinante para la unión de sus elementos, de esta forma los muros pueden tener un mayor grosor y longitud a diferencia de un sistema tradicional, reduciendo elementos de confinamiento en vanos y la utilización de una subestructura que brinde soporte al incorporar paja o crin de caballo para brindar mayor estabilidad. Esto representa una ventaja y un ahorro significativo en comparación a otros sistemas constructivos que emplean el suelo crudo, como es el caso del adobe, el cual consiste en el secado de bloques al sol, para posteriormente unirlos con algún tipo de material cohesivo.
A pesar de que ha sido una técnica constructiva utilizada desde antes del inicio de nuestra era, hoy en día es poco común ver dentro de las ciudades este tipo de construcciones sobre todo en las ciudades que presentan un mayor índice de urbanización, debido a la errónea asociación de este sistema constructivo con la escasez de recursos económicos.
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La técnica del tapial puede ser encontrada tanto en Abu Dabi, en el Fuerte de Al Jahili, como en México, en la escuela de artes plásticas en Oaxaca, lo que nos demuestra la capacidad de adaptabilidad de este sistema constructivo a lo largo de las diferentes épocas de la historia humana, sin importar su ubicación geográfica.
Una característica importante en las edificaciones hechas de tapial es que de ser necesaria su demolición la totalidad del material puede ser reutilizado al tratarse de suelo inocuo, por lo cual este procedimiento hoy en día es considerado como un estandarte de la arquitectura sostenible debido a su bajo impacto ambiental.
Gracias a las características del suelo arcilloso y al grosor de sus muros el tapial es ideal como termoaislante brindando espacios interiores frescos en zonas con temperaturas altas, por lo cual es común encontrar este tipo de edificaciones en regiones áridas a lo largo de todo el mundo, a su vez impide la formación de manchas originadas por la condensación del agua en sus interiores debido a su capacidad de transpiración por la porosidad propia del material.
Con el tapial se pueden conseguir varios tipos de acabados sin la necesidad de añadir materiales extra. Las distintas tonalidades en los muros se logran por la coloración propia del suelo utilizado para la construcción y al trabajarse por capas estas se pueden intercalar para lograr diseños únicos por lo que el acabado final dependerá del nivel de aplanado y la mano de obra con el que se trabaje.
Con una adecuada colocación de los vanos a lo largo de la edificación, una buena volumetría y el empleo de las luminarias adecuadas se pueden lograr atmósferas interiores cálidas y acogedoras brindando un mayor confort a sus usuarios, donde la única limitante será la creatividad del arquitecto.
Algunas corrientes estilísticas para el diseño de interiores que van perfecto con este sistema constructivo pueden ser la minimalista, la étnica, la campestre, o cualquier otra donde se utilicen aparte de colores terracota, tonos esteparios, grises, blancos o negros.
Para la protección de los muros en exteriores se puede emplear un revestimiento compuesto por una mezcla de cal con arena y agua que al secarse adquieren la capacidad de adherencia brindando impermeabilidad y dureza, este revoco también puede ser utilizado como acabado ya que posee cualidades estéticas muy altas; un buen mantenimiento de esta capa puede evitar el deterioro prematuro de la construcción.
Gracias a su incombustibilidad las construcciones con tapial pueden ser utilizadas para la construcción de casas, escuelas, centros deportivos, oficinas o cualquier otro tipo de edificio que albergue a gran número de usuarios en su interior.
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